Diócesis
Rouco: "La riqueza del magisterio de JPII no tiene comparación con nada en la Iglesia"
El arzobispo emérito de Madrid afirma, en un coloquio sobre el Papa Wojtyla, que no le consta que ningún obispo esté "asediando" a instituciones como el Opus Dei o el Camino Neocatecumenal
23/10/24 | Marta Santín
- El importante magisterio de San Juan Pablo II
- La necesaria formación intelectual de un obispo
- Suceder a dos grandes obispos
- El poder en la Iglesia
- Afianzar el sentido de la comunión
- Aznar, Zapatero y Rajoy
- Impulsor de las dos JMJ en España
- El rosario en familia y Medjugorje
El arzobispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino,
José Francisco Serrano, cardenal Rouco Varela y Bieito Rubido
ayer en el Real Casino de Madrid.
El arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, a sus 88 años de edad, da muestra de estar en perfectas condiciones físicas y mentales.
Ayer por la noche participó en una charla-coloquio en el Real Casino de Madrid con motivo del 40º aniversario del segundo viaje de Juan Pablo II a España, coincidiendo con la fiesta litúrgica del Papa santo y el mismo día en que el cardenal cumple el trigésimo aniversario de su toma de posesión. El evento, que logró un lleno total, fue organizado por el Instituto "Karol Wojtyla-S. Juan Pablo II". Entre los asistentes se encontraba el Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza.
El importante magisterio de San Juan Pablo II
Se sometió a las preguntas de Bieito Rubido director de El Debate y de José Francisco Serrano Oceja, catedrático de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo y colaborador de Religión Confidencial. Además, respondió, con elegancia y sin crear polémica, a unas cuantas preguntas de los asistentes, que querían conocer algunos aspectos sobre la situación real de la Iglesia española.
Sobre su relación con Juan Pablo II, el tema central de esta charla-coloquio, confesó que cuando fue elegido Papa "no le sonaba de nada" y pensó que los cardenales habían elegido a un papa africano.
El cardenal Rouco no dudó en afirmar que el magisterio de San Juan Pablo II ha sido uno de los más importantes de la historia de la Iglesia. "La riqueza del magisterio de JPII no tiene comparación con nada en la Iglesia", dijo.
El arzobispo emérito de Madrid señaló que el papa polaco comprendió desde el primer momento de su pontificado que el problema en la Iglesia y en el mundo era un problema de fe en Dios. Por eso, durante su magisterio escribió encíclicas para explicar los grandes temas dogmáticos, donde dio respuestas claras y transparentes y en su opinión, ayudado por el cardenal Ratzinger.
La necesaria formación intelectual de un obispo
Bieito Rubido, quien le defendió como uno de los intelectuales más destacados del pensamiento del siglo XX y XXI, no solo de la Iglesia Católica, sino también de la sociedad civil y una persona que se hace querer, le preguntó si para ser obispo, hace falta una formación intelectual o basta con ser párroco.
"Cuando el Papa Pablo VI me nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela pensé: ¿a mí, obispo? Para ser obispo hace falta ser un poco santo. No había cumplido ni 40 años cuando me lo notificaron. Me dejaron varias semanas antes de decir que sí", respondió.
En línea con la pregunta, recuerda que a él le tocó vivir un pluralismo teológico fruto del Concilio Vaticano II, pluralismo que había derivado en una situación destructiva para la fe. Ante ciertos desafíos, Rouco considera que la primera obligación de un obispo,es "ser testigo, predicador y maestro de la fe. Y esto, exige cierta formación intelectual".
Suceder a dos grandes obispos
A esta respuesta, Serrano Oceja le preguntó si además de costarle decir que sí al nombramiento episcopal también le costó venir a Madrid: "Sí, me costó porque además era una diócesis que no tenía buena fama pero que había estado capitaneada por dos grandes obispos como fueron Ángel Suquía y Vicente Tarancón, con quién labró una gran amistad.
"Suceder a estos dos obispos es como cuando te tiran al mar y te dicen: ¡Ale, al agua!", señaló, no sin recordar que su etapa como arzobispo de Santiago de Compostela fue una de las más felices de su vida.
El poder en la Iglesia
Como presidente de la Conferencia Episcopal Española desde 1999 a 2005 "tuvo mucho poder" como le preguntó José Francisco Serrano. A lo que Rouco contestó: "El presidente de la Conferencia no manda. Los obispos son los que tienen la responsabilidad de estar al servicio de la Iglesia en España", apuntó.
Añadió que en esta etapa, le tocó vivir "un estado de confusión doctrinal después del Concilio Vaticano II". Ante este desafío y como arzobispo de Madrid, "aunque los logros son del Señor" recordó que la archidiócesis madrileña contaba con un clero de una gran calidad humana tanto espiritual como de preparación teológica, y había una gran riqueza de la vida consagrada, aunque "en el seminario había cierta dispersión", señaló.
Afianzar el sentido de la comunión
Rouco dijo también que durante los años 90, la diócesis madrileña contaba con una riqueza de distintos carismas de la Iglesia Católica y su gran tarea consistió en afianzar el sentido de la comunión de todos ellos, no solo de las distintas realidades y movimientos católicos sino también en los distintos barrios, colegios y universidades.
Aznar, Zapatero y Rajoy
También contó que durante sus años al frente de la archidiócesis madrileña tuvo que lidiar con tres gobiernos. El primero con Jose María Aznar, quien definió las relaciones de cordiales. El segundo con José Luis Rodríguez Zapatero, con conversaciones amables, y el tercero con Mariano Rajoy: "éramos dos viejos gallegos", dijo.
De aquella etapa considera que hay una serie de asuntos que están todavía sin resolver como el Derecho a la Educación recogido en el artículo 27 de la Constitución y todas las leyes posteriores sobre el derecho a la vida y el matrimonio: "Lógicamente, no fue lo.mismo tratar con el gobierno de Aznar que con Zapatero", remarcó.
Impulsor de las dos JMJ en España
Después, en el turno de preguntas del público, alguno de los asistentes querían conocer algún momento especial con Juan Pablo II: "Me marcó mucho la JMJ en Santiago de Compostela, la manera en la que abordó la vigilia de la noche del sábado, con fiebre, y la gran celebración eucarística del Monte del Gozo".
Cabe destacar que Rouco Varela ha sido el impulsor de las dos JMJ celebradas en España: la de Santiago y la de Madrid.
Otra de las preguntas del público fue si no le da la sensación de que se está intentando borrar el magisterio de JPII, a lo que solo respondió: "Jurídicamente, el Instituto Pontificio Juan Pablo II sigue existiendo".
El rosario en familia y Medjugorje
En esta línea, otra de las preguntas del público fue si en su opinión, algunos obispos están asediando a determinados grupos como el Camino Neocatecumenal o el Opus dei. "No tengo noticia de que ningún obispo asedie al Opus Dei o al Camino, sino todo lo contrario", sentenció.
Sobre la oración en familia dijo que había que recuperar el rosario y las tres avemarías de la noche o el "Jesusito de mi vida". También respondió sobre Medjugorje donde dijo "se respira oración, devoción a la Virgen y gracia de conversión".
El evento, que logró lleno total, fue organizado por
Instituto "Karol Wojtyla-S. Juan Pablo II".