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Católicos |
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Martes, 14 de Junio de 2011 01:00 |
En mayo cayó una lluvia torrencial con pedrisco en La
Aguilera, donde viven las monjas de Iesu communio, y el
techo del claustro quedó abombado. Aunque la estructura está
apuntalada, el techo presenta riesgo de derrumbe y no podrán
utilizar el claustro durante meses. El padre de una de las
religiosas de La Aguilera ha pedido ayuda.
Desde que ocurrió el suceso, las religiosas de Iesu communio
asisten a misa en el locutorio grande, donde apenas caben
todas (actualmente son 198) y mucho menos las familias o los
que deseen asistir. Tampoco pueden utilizar el convento de
San Pedro Regalado ya que no tiene espacio ni condiciones
adecuadas.
La original escultura de Javier Viver que representa a la
Virgen María embarazada y en actitud orante se hallaba en el
claustro y ha sido trasladada a dicho locutorio.
El claustro (de 280 metros cuadrados) se les había quedado
pequeño, pues además de las casi 200 religiosas, suelen
asistir a misa entre 300 y 400 personas. Por ello, quieren
construir una iglesia sencilla en el monasterio de La
Aguilera, donde quepan todas.
Las monjas de Lerma-La Aguilera no quieren publicidad ni
aparecer en los medios. Eso sí, están pidiendo ayuda
económica a los que van a visitarlas para poder construir
una nueva iglesia. Por su parte, un familiar de las
religiosas ha habilitado una cuenta bancaria para recaudar
ayudas.
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