Colaboraciones

 

Enseñanza religiosa y catequesis

 

 

 

31 enero, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez


 

 

 

 

 

Quizá, uno de los grandes problemas que arrastra la asignatura de Religión es el no conocer el verdadero lugar que ocupa. Con mucha facilidad se identifican las clases de religión y la catequesis. No se habla de ellas como actividades complementarias, sino como sustitutivas. Según esto, quien hace una no tiene necesidad de la otra.

«La asignatura de Religión no evalúa la fe de los alumnos, evalúa lo que el alumno va aprendiendo. Es distinta la clase de religión de la catequesis; en la catequesis sí se evalúa la fe de los catecúmenos, necesaria para ser miembro de la Iglesia y recibir los sacramentos; en la asignatura de Religión se evalúan conocimientos que ayudan al alumno a descubrir su propia identidad: su origen y su destino último, sus ansias de infinito, su capacidad de amar, su dignidad de hijo de Dios, el sentido de su vida. Ayuda al alumno a valorar la auténtica libertad que se adquiere en el camino hacia el Bien y la Verdad», afirma Mª Helena Vales-Villamarín Navarro.

Catequesis y enseñanza religiosa no se identifican; son complementarias. Hay aspectos iguales y hay otros que las diferencian. El contenido doctrinal en ambas es básicamente el mismo: los elementos fundamentales de la fe y de la moral católica.

Sin embargo, los mismos contenidos se enseñan en la escuela con la finalidad de que se aprendan junto con otros conocimientos, con los mismos medios que todas las áreas: sistemática, orgánica y científicamente expuestos, sujetos a las reglas de la recta razón, según la edad de los alumnos, y de forma que puedan ser contrastados con cualquiera otra ciencia. La enseñanza religiosa católica evalúa la adquisición de conocimientos, no la fe del alumno. Por lo cual, es una asignatura válida también para los no creyentes.